martes, 29 de noviembre de 2011

LO QUE LA NATURALEZA ESCRIBE

“A través de huellas, excrementos, rastros, restos óseos, pelos, plumas, egagrópilas, intento leer el lenguaje de la naturaleza, que hemos olvidado casi por completo”.

Fernando Gómez Velasco es el director del Servicio de Rastreo Forestal (SERAFO). Esta profesión le permite dedicarse a una de sus mayores aficiones, el rastreo de animales.

La tribu más antigua de la tierra, los Bushman o San, fueron los primeros en utilizar esta técnica ancestral para buscar alimento (animales o frutos). Utilizaban el rastreo como herramienta vital para la supervivencia.
También ha sido usada por los Hadza en Tanzania, Pigmeos en Camerún, y aborígenes australianos así como por nuestros ancestros los hombres de Neanderthal. Actualmente, se utiliza en el desierto del Kalahari.

Pero no hace falta ir tan lejos para encontrar rastreadores en el siglo XXI. Fernando Gómez se ha enamorado del rastreo y ha convertido esta técnica en su profesión.

“Considero el rastreo como una la mezcla entre el arte, técnica y ciencia que nos permite leer en la naturaleza lo que ésta escribe”.

Si bien el trabajo de rastreador puede atribuirse a quienes tienen la función de localizar a personas desaparecidas, furtivos, delincuentes, animales extraviados e incluso a quienes rastrean el clima, también es importante para la localización de animales en peligro de extinción.
A través del rastreo se puede localizar a la fauna para estudiarla. Permite conocer datos sobre los animales sin necesidad de llegar a verlos, y de este modo, se puede obtener información interesante sobre ellos: el sexo, la edad, el estado de salud en el que se encuentran, el número de individuos o incluso las costumbres que tienen.

“Un buen rastreador debe demostrar en su trabajo una ética y un respeto a todo lo que le rodea”.

Si por algo se caracteriza el oficio de rastreador es por el gran cuidado y el respeto que hay que tener para no alterar el hábitat ni la rutina de los animales.
Fernando Gómez afirma que los anfibios y los reptiles son especies que hay que tener en cuenta, también en España, porque están sufriendo una gran regresión a causa de los cambios del ecosistema y, sobre todo, al cambio climático.

“Un factor vital para la supervivencia de cualquier especie es la adaptación al cambio, y para ello, es también necesario el tiempo del que dispongan para realizar esa adaptación. Si el tiempo no es el suficiente, el grupo se extingue. La cuestión es que cada clase animal tiene una capacidad de adaptación diferente. Aquellas que son más sensibles o estrictas en cuanto a necesidades son las que encabezan la lista de riesgo de extinción”.

En este grupo de especies sensibles se encuentran los reptiles y los anfibios que además poseen una piel muy sensible ante los cambios.
En España, Fernando Gómez, en SERAFO, han llevado a cabo algún estudio sobre anfibios junto con Chelonia,centrado en Castilla y León

“Uno de los mayores problemas mundiales que afectan a la extinción de estos animales es la Quitridiomicosis, enfermedad producida por un hongo, que parece ser que es potenciado con el cambio climático”.

El Sapo corredor, la Ranita de San Antonio, el Lagarto Gigante de las islas Canarias y la Lagartija Carpetana son algunos de estos animales en peligro.
Según Fernando Gómez, un día de trabajo típico del rastreador comenzaría con unos estiramientos, un buen desayuno, concentración y dirección en el área de trabajo. Después, algo muy importante que es la conexión con el medio natural. Y una vez que esa conexión se haya establecido se procede al rastreo.

“En función del trabajo a realizar se procede a la colocación de cámaras, se elaboran escayolas de las huellas encontradas, se toman fotografías, medición, toma de datos y recogida de las muestras encontradas”.

Para el rastreo de anfibios y reptiles es imprescindible conocer todos los datos posibles de estas especies. Es necesario un profundo estudio en la oficina de los hábitats, de la anatomía...
Después, se procede a la localización de los puntos de baja, media y alta montaña en donde hay posibilidad de encontrar indicios se estos animales. Si no se les encuentra debido a dificultades como la búsqueda de una especie pequeña, carácter esquivo, terrenos complicados, actividad nocturna del animal, se buscan rastros para saber dónde están y qué hacen, hacia dónde se dirigen e incluso qué actividades tienen.

“Solamente leyendo el suelo como un libro de tapas duras lleno de letras y dibujos, un código entre la naturaleza y el ser humano practicado durante milenios y perdido en el olvido”.

Al final de la jornada habrá que estudiar los datos, clasificarlos, redactar informes, estirar y a descansar.

El Servicio de Rastreo Forestal (SERAFO) que dirige Fernando, ha rastreado este último año en la frontera Rusa, en la frontera Colombo-venezolana, en Colombia, Finlandia, en Estonia, en Francia, Portugal, Rumanía y próximamente lo hará en Suecia.
En cuanto a anfibios y reptiles, hay que referirse al rastreo del cocodrilo del Orinoco en Colombia y su frontera con Venezuela y con los anfibios y reptiles ibéricos en Castilla y León.
De estas apasionantes aventuras afirma que no es lo mismo trabajar en unos lugares que en otros ni en las distintas estaciones.

"No es lo mismo rastrear cocodrilos en Colombia que hacer un estudio de anfibios en España o que localizar especies invasoras. Y desde luego no es lo mismo hacerlo a más de 40 grados de temperatura en una zona desértica que a 20 bajo cero en una zona boreal".

Sin duda el rastreo es un oficio apasionante y muy complicado. Pero merece la pena que aún haya personas que se interesen por descubrir ese lenguaje de la naturaleza que como dice Fernando Gómez, está olvidado.

Más información sobre rastreo, anfibios y reptiles en:
http://www.dnasl.com
http://www.serafo.com
http://www.chelonia.es

sábado, 26 de noviembre de 2011

"No creo que llegue a conocer la curación del cáncer. Intentaremos hacer la enfermedad más llevadera y que no sea tan mortal".


Maite Huarte, 37 años, casada y con una hija es licenciada en ciencias biológicas en la Universidad de Navarra. También realizó un dotorado de Biología molecular en el Centro Nacional de Biotecnología del CESIC, Madrid. Actualmente es científica en el CIMA y acaba ser premiada con 1,5 millones de euros por el Consejo Europeo de Investigación.

Lo primero, Maite, enhorabuena por el premio que ha recibido. ¿Qué significa para usted que el Consejo Europeo de Investigación le haya otrogado esa gran cantidad de dinero a usted?

Es una enorme alegría recibir este premio porque puedo comenzar una línea de investigación con medios para contratar a gente y comprar nuevos reactivos. Gracias a esto puedo tener acceso a ello.

Le han premiado con 1,5 millones de euros, ¿tan caro es investigar?

Sí es caro. Se utilizan materiales que por la manera en que se producen tienen un gran coste, son biológicos puros. Además los aparatos que se utilizan son carísimos y muy sofisticados.

Actualmente, ¿cuál es su cargo en el CIMA?

Soy investigadora en el CIMA. Coordino, dirijo y desarrollo un proyecto de investigación junto con personas que están realizando su tesis doctoral. Les enseño mis conocimientos. Mi función es también publicar los datos obtenidos en revistas científicas para conseguir el mayor impacto y las posibles vías de financiación. Asistir al mayor número de congresos es vital. Es importante, también,poner en común los conocimientos con otros científicos.

Supongo que el premio que ha recibido lo invertirá en este proyecto de investigación que está llevando a cabo. ¿Qué es exactamente lo que está investigando?

Así es, este premio me va a permitir avanzar en el proyecto que estoy desarrollando.
Se trata de una nueva clase de genes que controlan las células tumorales: los RNas largos no codificantes (un tipo de genes que no codifican proteínas). La novedad es que, hasta hace poco, se pensaba que no tenían ninguna función. Gracias a nuevas técnicas genómicas(con genomas)hemos descubierto que regulan procesos celulares muy importantes, que están alterados en el cáncer. Lo que no sabemos es cómo actúan. Hay que descubrir su funcionamiento y de este modo se podrán crear nuevos tratamientos mas efectivos.

¿Este nuevo descubrimiento se podrá aplicar a todos los tipos de cáncer o sólo a alguno en especial?

En principio a cualquier tipo de cáncer.

En cuanto a la financiación para el desarrollo de proyectos científicos, ¿a qué ayudas se puede acceder?¿Qué instituciones ofrecen ayudas económicas para la investigación?

Se puede acceder a varios tipos de financiación. Está la financiación pública,es decir, la que otorga el Estado, que da ayudas a la Ciencia e Innovación y las del Ministerio de Salud. Hay que presentarse con un proyecto, un comité lo evalúa y decide el mejor proyecto para premiarlo. Las entidades privadas también ofrecen financiación sobre proyectos que tengan que ver, sobre todo, con alguna enfermedad y también lo evalúa un comité científico. Y a nivel europeo está el Consejo de Investigación Europeo.

¿Cómo es el día de un investigador?

Un día de un investigador puede resultar rutinario. A mí no me lo parece porque me apasiona lo que hago. Los experimentos que realizamos se parecen a los de "un cocinillas". Es un poco frustrante porque hay que repetir las cosas muchas veces. A la vez, es un trabajo muy creativo. Si algo no funciona hay que ver por qué y estudiar el resultado de nuevo. La parte del laboratorio es importante porque allá es donde compartes tu información con otros investigadores. En España no hay mucha costumbre de poner en común, ni de intercambiar los resultados. Creo que esto es importante porque ayuda en el trabajo.

¿Ha trabajado o investigado en el extranjero alguna?

Sí, estuve seis años y medio en EEUU. Fui de estancia postdoctoral. Estuve en el instituto de Harvard y en MIT. Allí aprendí muchísimo al estudiar en los centros más punteros del mundo en investigación científica. Tuve a jefes como Yang Shi y John Rinn.

¿Ha escrito alguna vez para revistas científicas?

Sí, pero son todas revistas internacionales. Escribí para Cell, una de las revistas más importantes en Biología molecular. También en Nature

¿Qué opinión tiene respecto a que los medios de comunicación informen sobre ciencia?

Depende...En algunos casos sí que se detecta que los periodistas están bien informados sobre el tema y saben informar sobre lo importante. Hay buenos periodistas de ciencia. Pero en otras ocasiones, al intentar informar de manera sencilla, se equivocan. Para ser un buen periodista hay que conocer. A mí por ejemplo me gusta un periodista que informa de ciencia en "El Mundo"

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Lo tuve claro desde el principio. Siempre quise estudiar biología. Y aún sabiendo que la investigación es difícil me lancé a ello. Me gusta mi trabajo. Es creativo, diseñas como quieres y encima tengo la oportunidad de transmitir mis conocimientos a otros estudiantes.

¿Un investigador tiene tiempo para el ocio?

La verdad es que no mucho. Pero bueno intento como todo el mundo tener esos ratillos de tranquilidad y dedicarlos a la familia y a mis aficiones. Me gusta la música, toco el violín y me apasiona el cine. Además me gusta viajar, y con mi trabajo lo tengo bastante fácil porque viajamos mucho.

Muchas gracias Maite por concederme esta entrevista y espero que el proyecto de investigación finalice con nuevos logros.